domingo, 10 de noviembre de 2013

Aníbal en Hispania




Esta exposición o se puede visitar hasta el 12 de enero de 2014 en el MAR en Alcalá de Henares. En ella se da a conocer la cultura cartaginesa en la Península Ibérica gracias a 300 piezas y objetos, procedentes de algunos de los más importantes museos españoles y extranjeros, entre ellos, Cartago y Túnez. Así como restos arqueológicos de la Batalla de Baécula entre los ejércitos de Aníbal y Publio Cornelio Escipión. Figuran otros tan importantes como la escultura de Hércules, del Museo del Prado, el Vaso de los Guerreros, del Museo de Numancia, o un busto de Alejandro Magno, traído desde el Museo Arqueológico de Sevilla.

Estela púnica
La exposición trata de evocar el efecto producido por la presencia de Aníbal en Hispania. De una manera amena y didáctica ofrece respuestas claras y directas a muchos de los interrogantes que plantea el personaje y muestra, a través de las innovadoras investigaciones, la revolucionaria figura de Aníbal como príncipe helenístico y como gran estratega, heredero de la dinastía de los Barca. Asimismo, presenta el Estado construido por esta familia cartaginesa en el sur y sureste hispano y que Aníbal lideró, así como los escenarios y la participación hispana en la lucha contra Roma durante la Segunda Guerra Púnica.
Está organizada en varias unidades temáticas. En su inicio se dan algunas de las claves de su protagonista y de la contundencia de su presencia y actuación en Hispania, a través de algunos de sus actos bélicos expresión máxima del ‘fragor Hannibalis’, como la Batalla del Tajo. El acompañamiento de sonidos y ruidos de batalla contribuye a crear el ambiente en el que se pretende envolver al visitante al iniciar su recorrido por la exposición.
Más adelante el visitante descubrirá quién es Aníbal y en qué radica su enorme poder. Se ejemplifica en la población de El Raso de Candeleda (Ávila), la Hispania interior invadida, donde irrumpen Aníbal y su mundo, en contraposición a la gran ciudad de Cartago. Aníbal y los Barca estuvieron a la cabeza de un poderoso Estado basado en una importante red de ciudades fundadas o refundadas por ellos, a las que aplicaron un modelo de ciudad de matriz helenística: Qart Hadasht (Cartagena), Gadir (Cádiz), Àkra Leuké, Carteia, Tossal de Manises, etc.

Estrategia y armamento
 
Fragor Hannibalis. Aníbal en Hispania muestra el poder bélico del ejército de Aníbal y su gran talento como estratega. Su ejército aunaba la tradición cartaginesa y la gran renovación del armamento helenístico, a lo que se unía la específica aportación hispana en el campo de la metalurgia. Daba gran importancia a la caballería, siendo la más famosa la que se servía de  elefantes, a lo que se sumaba el apoyo de la armada naval. Era un ejército diverso y heterogéneo pero que la figura carismática de Aníbal supo mantener unido.
Torre de asalato
Casco íbero
Moneda con efigie de aníbal



Aníbal cruza los Alpes
Aníbal representado como Hércules
¿Cómo terminó Aníbal?
 Es la pregunta que abre los últimos capítulos o pasos por la exposición. La toma de Sagunto fue el pretexto para reabrir la guerra entre Cartago y Roma, dando así comienzo la Segunda Guerra Púnica. Tras diversas vicisitudes, el dominio de los cartagineses en Hispania terminó con la decisiva llegada de Publio Cornelio Escipión, que tomó la capital Qart Hadasht y derrotó a los últimos ejércitos cartagineses en el entorno de Carmona en el 206 a.C.
 En el 202 el mismo Escipión derrotó a Aníbal en África, en la batalla de Zama (en Túnez). Se consagró con el sobrenombre de 'Africano' y será recordado para siempre como el salvador de Roma, el liberador de su más temible enemigo, el más celebrado de los forjadores del Imperio. A pesar de este final, la leyenda de Aníbal ha sobrevivido a su derrota y a su muerte, unas veces ensalzado y otras denostado, pero siempre recordado como se documenta mediante cuadros, imágenes escultóricas y tapices.
Dama de Baza
Panoplia romana

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