viernes, 4 de octubre de 2013

Hécuba




La representación de esta fantástica obra de teatro, escrita por Eurípides en el año 424 a.C., nos sorprendió en el Teatro Principal de Zaragoza los días 27, 28 y 29 de Septiembre. Con la famosa Concha Velasco como protagonista y, junto al resto del reparto, emocionaron al público, que se dejó llevar por el dolor de una mujer que pierde todo aquello que ama y cegada por el odio arremete,  guiada por la venganza.
Hécuba es una obra ambientada  en los momentos posteriores a la guerra entre aqueos y troyanos, que estalló a causa del romance entre Paris y Helena y que  finaliza con la quema y destrucción total de Troya.
La protagonista, cuyo nombre da título a la tragedia, es la antigua reina troyana, esposa del rey Príamo y madre de Paris, Héctor, Políxena, Casandra  y Polidoro. Ya anciana vive la destrucción de su patria y la muerte de su esposo y muchos de sus hijos. Obligada por los griegos a la esclavitud, se resigna a su porvenir, que se le presentará más desgraciado  de lo que ella pudiera desear.
La obra comienza en un espacio desolador: las ruinas de la que en otro tiempo fue una ciudad próspera y rica. Hécuba se encuentra rendida tanto moral como físicamente, siendo una personificación de la rendición de su propio pueblo. Está a las orillas del mar, en una playa, habitando una tienda provisional, donde se refugia junto a su hija Políxena y a las demás cautivas troyanas, que serán repartidas entre los griegos vencedores y convertidas en sus esclavas. A pesar de tan amargo presente y futuro, nuestra protagonista mantiene viva la esperanza pensando en su único hijo varón superviviente, Polidoro, enviado con riquezas por sus padres a la corte de Poliméstor, rey de Tracia, para que estuviera a salvo en caso de guerra.
Justo antes de partir en sus barcos, algunos de los griegos dicen haber oído al espectro de Aquiles exigir un sacrificio para honrar su muerte, el sacrificio de la troyana más bella, Políxena. Y todos ellos acuerdan que lo mejor es cumplir su última voluntad.
Odiseo lleva el funesto  mensaje a Hécuba y permanece inflexible ante sus súplicas. Políxena no opone ningún tipo de resistencia, ya que, como ella dice: prefiero morir con dignidad que morir como esclava.
Pero aquí no acaban su desgracias  pues, inesperadamente, divisa flotando en el salado  El fantasma del muerto había ido a visitarla al principio de la obra, mas ella no había querido escucharle, no quería perder el único motivo que le quedaba de esperanza. Pero después de comprobar que efectivamente su peor pesadilla se había hecho realidad, recordó las palabras del espectro de su hijo, palabras que le contaban que Poliméstor, su anfitrión, codicioso por las riquezas que le acompañaban, lo había degollado y arrojado al mar.
mar el cuerpo frío e inerte de su querido hijo Polidoro, a quien creía sano y salvo en la corte de su aliado Poliméstor.
Hécuba, llena de dolor y de ira, decide canalizar su angustia en urdir una venganza memorable contra Poliméstor.
Hace llamar a Agamenón y le intenta persuadir de que la ayude a acabar con el rey de Tracia, contándole su historia. A pesar de darle la razón, decide no ayudarla  por miedo a que sus tropas piensen que la ayuda por intereses, ya que Casandra vive con él. Viendo Hécuba la rotunda negativa de Agamenón, tan sólo le pide que si no le va a ayudar, al menos impida que se lleve a cabo su represalia.
Planeada ya la venganza de Hécuba, reclama la presencia de Poliméstor y su hijo. Ambos acuden, ajenos al propósito de la antigua reina de Troya y desconocedores de que ésta haya encontrado el cuerpo de Polidoro.  Conociendo Hécuba la debilidad del rey por los tesoros, le miente diciendo que en la tienda donde vive provisionalmente refugiaba unas joyas de gran valor que le quería dar para que a su hijo Polidoro no le faltase riquezas. Polimestor y su hijo entran engañados en la tienda, y con la ayuda de las troyanas cautivas matan a su hijo y a él le dejan ciego. Encolerizado por lo sucedido, pide auxilio a los demás griegos entrando  en escena Agamenón. El rey de Micenas se pone de parte de Hécuba y Polimestor, convertido en profeta por la pérdida de la visión, predice que Hécuba se convertirá en perra y morirá siendo una perra, y que Agamenón y Casandra serán asesinados por su esposa movida por los malsanos celos.
La adaptación que de esta obra ha realizado Juan Mayorga ha sido magistral. Un importante elenco de actores han dado vida a una historia difícil, basada en el dolor y la venganza, cuya puesta en escena conmueve, haciéndote sentir en cada momento como se siente la protagonista y olvidándote del mundo real: te transporta en el tiempo a aquella época, a aquel lugar, y te hace meterte en el papel de esa pobre y anciana mujer.

Nerea Serrano, 2º Bachillerato, IES Torre de los Espejos.

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